Parque Nacional Los Alerces

Con más de 260.000 hectáreas de extensión, el Parque Nacional Los Alerces es la máxima atracción de la Comarca.
Es uno de los parques más importantes del país, y su principal característica no es solo el patrimonio natural que contiene, sino su limitadísima población, constituida por una pequeña villa, algunas hosterías y cabañas que sumadas a los campings completan las posibilidades de pernocte en el parque.

Ubicado a unos 50 Km. de Esquel, se accede a él mediante una ruta cuya traza está siendo pavimentada. Se presentan ante el viajero una sucesión de lagos de incomparable belleza encabezados por el lago Futalaufquen, Verde, Menéndez y Rivadavia.
Alerce milenario - PN Los AlercesEstos cristalinos espejos se encuentran conectados entre sí; por los ríos Arrayanes, Menéndez y Rivadavia entre los más importantes. Codiciados tanto por los captores de imágenes, como por pescadores y navegantes aventureros, estos cursos de aguas cristalinas albergan en sus orillas las más diversas especies vegetales entre los que se encuentran los Arrayanes, variedad arbórea que se conserva en pocos lugares del planeta.
Otros lagos importantes completan el importante mosaico natural: el Cisne, el Kruger, el Stange y el Chico, algunos de éstos situados en zonas intangibles del parque, a las cuales solo acceden comisiones científicas y quienes custodian dichas áreas.

Lugar para el respeto y la admiración por lo natural, el Parque Nacional Los alerces atesora para la humanidad una de las sorpresas más significativas: Los Bosques de Alerces.
Estos árboles, una verdadera curiosidad botánica le dan su nombre al parque nacional, encontrándose ejemplares de hasta 3.000 años de edad y treinta metros de altura, un verdadero tesoro al que se accede mediante una excursión lacustre, cuyo escenario geográfico se ubica en lago Cisne, lugar donde el visitante se extasía con la exuberancia del paisaje que conforma la selva Valdiviana.
El Parque Nacional Los Alerces con su despliegue generoso de naturaleza virgen es el escenario que permite el deleite al viajero contemplativo, al aventurero, al pescador y al caminante.